La Virgen de guadalupe
En esto projecto, yo escribí un cuento de la virgen de guadalupe después de leí la cuenta actual.
UN VEZ había un hombre que se llama Juan Diego. Juan era muy humilde y un hombre muy fiel. Tenía ojos cafes y pelo castaño. Sus ojos eran como una noche tibia; eran muy oscuros, pero calientes con el amor de Dios. Vivía en una casa pequeña con su familia y hacía bastante dinero para sobrevivir.
Él iba a la misa cada día en su pueblito. Su iglesia era pequeña pero hermosa, y el sacerdote era un hombre humilde y lleno de Dios.
Un día, Juan fue a una iglesia para la misa. Era una misa normal, pero cuando la misa terminó, un fantasma de la Virgen María apareció a Juan. Ella era muy hermosa y sagrada. Juan tenía terror, pero el fantasma dijo:
"No tengas terror. Soy la Virgen María. Necesito tu ayuda."
Juan dijo: "¿Porque necesita mi ayuda?"
"Eres un hombre fiel y rezas a Dios cada noche. Aquí está tu tarea: vete al obispo en la Ciudad de Mexico. Habla con el obispo y le diga que él necesita constuir una iglesia en mi nombre."
Juan corrió a la casa del obispo y le dijo: "¡Obispo! Ustéd necesita construir una iglesia para la Virgen María. Ella me apareció y me lo dijo."
Pero el obispo dijo: "Lo siento, Juan. Necesito una prueba de la Virgen antes de que puedo construirla. ¡Guardias!"
Las guardias empujaron Juan a la puerta. Golpearon él en la espalda y la cabeza antes del obispo venió y apagó los guardias.
Juan tenía dolor. Era muy triste y lloró. Golpeó las paredes y rezó a Dios por toda de la noche.
El proximo día, Juan fue a la iglesia otra vez para la misa. Otra vez, el fantasma de María apareció y dijo:
"¡Juan! ¿Porque no construyó el obispo una iglesia para mi?"
"Él dijo que él necesita una prueba," dijo Juan.
"Aquí tienes una prueba," dijo la Virgen. Flores cayeron en el piso y formaron la cara de la Virgen María. Juan recogió los flores en su cobija y fue al obispo otra vez.
Las guardias eran a la puerta otra vez. Juan golpeó los dos y corrió al obispo. Juan fue al obispo, cogí su sotana, y grité:
"¡Obispo! Aquí está su prueba." Juan abrió su cobija y los flores cayeron y formaron la cara de la Virgen.
"¡Orale! Es verdad," dijo el obispo. "Voy a construir la iglesia para ella."
Y el obispo construyó la iglesia. Es una iglesia muy grande y hermosa, y al centro de la iglesia es el cobija de Juan Diego con la cara de la Virgen de Guadalupe.